Niños Buenos Juegan
El “Juego de la Asfixia” (Choking Game) es también conocido como “Droga de los Niños Buenos” (Good Kids High). Estudios realizados estiman que hasta 1,000 niños mueren cada año a causa del “juego”; estos adolecentes son mayormente son bien portados, generalmente con altos grados escolares, y exitosos en actividades así como en deportes. (Culture of Safety / Erikscause.org)
Como padres de familia queremos pensar que nuestros hijos son lo suficientemente inteligentes para no jugar un “juego” tan peligroso y sin sentido, pero no nos damos cuenta que sus cerebros no están completamente desarrollados para pensar y razonar como adultos. Estudios realizados han demostrado que el cerebro madura y se desarrolla durante la infancia y adolescencia y hasta bien entrada la temprana adultez. Los adolescentes son más propensos a participar en actividades peligrosas o de riesgo.
Muchos padres de familia no entienden por qué sus adolescentes ocasionalmente se comportan de manera impulsiva, irracional o peligrosa. En ocasiones, pareciera que los adolescentes no pensaran las cosas o considerar las posibles consecuencias de sus errores. Los adolescentes se diferencian de los adultos en la forma de comportarse, resolver problemas y tomar decisiones. Hay una explicación biológica para ello.
Los científicos han identificado una región específica del cerebro llamada la Amígdala, que es la responsable de las reacciones inmediatas, incluido el miedo y el comportamiento agresivo. Esta región se desarrolla a temprana edad. Sin embargo, la Corteza Frontal, el área del cerebro que controla el razonamiento y nos ayuda a pensar antes de actuar, se desarrolla hasta después. Esta parte del cerebro continúa cambiando y madurando hasta bien entrada la edad adulta.
Basado en la etapa de desarrollo del cerebro, los adolescentes son más propenso a:
- Actuar por impulso
- Malinterpretar señales y emociones sociales
- Envolverse en accidents de todo tipo
- Involucrarse en peleas
- Participar en actividades arriesgadas o peligrosas
Los adolescents son menos propensos a:
- Pensar antes de actuar
- Detenerse para considerer las consecuencias de sus actos
- Cambiar sus comportamientos inapropiados o peligrosos